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LOS PETROGLIFOS DE GALERITA 

La palabra petroglifo procede de los términos griegos petros= piedra y glyplhein=tallar y se refiere a las representaciones gráficas grabadas en rocas o piedras elaboradas por pueblos prehistóricos, sobre todo a partir del Neolítico (cuando se dio la Revolución Agrícola dentro de la Edad de Piedra).
Los petroglifos se consideran como el más cercano antecedente de los símbolos que precedieron a la escritura y su uso en la comunicación humana data de 10 000 años antes de Cristo. Dependiendo de la cultura y del emplazamiento donde fueron laborados, han logrado sobrevivir hasta hoy.
Estas gliptografías se encuentran, generalmente, en lugares retirados y de difícil acceso; sin embargo, su presencia, así como la aparición de artefactos y alfarerías cercanos, delatan que fueron regiones mucho más habitadas en épocas pretéritas.
Una característica predominante en muchos de los petroglifos es que aparecen cercanos a cursos de agua, lo que demuestra un posible vínculo con cultos acuáticos y atmosféricos.
Algunas versiones generadas por mentes más imaginativas atribuyen la elaboración de estos grabados a seres superiores o sobrenaturales, mas algunos grupos amerindios (en el caso del Nuevo Mundo) poseían la habilidad y destreza para manejar los utensilios de piedra necesarios para esculpir estos grabados poco profundos.
Se han reportado hallazgos de petroglifos en casi en todos los continentes, se exceptúa la Antártida, y aunque son muy comunes no se ha podido precisar quiénes fueron sus creadores. No hay forma de datarlos con exactitud, solo indirectamente por medio de los objetos encontrados en sus inmediaciones, pero esto no representa una prueba definitiva de su fecha de elaboración.
En casi todas las provincias panameñas se han reportado hallazgos, incluyendo Darién y la comarca Kuna Yala; no obstante, la mayor concentración se verifica en el centro y en el occidente del país, especialmente en Chiriquí, Veraguas y Herrera.
Se calcula que existen unos cien sitios gliptográficos en toda la República, pero los más significativos se encuentran en El Valle, La Pintada, Río Grande (Coclé), Calobre, Cañazas, Soná, La Mesa, Atalaya (Veraguas), Ocú, Las Minas (Herrera), Nancito, Volcán y Boquete (Chiriquí).
A estos últimos puntos de la provincia de Chiriquí se debe agregar al conjunto petroglífico de Cerro Galerita, ubicado entre los corregimientos de Rincón y Los Ángeles en el distrito de Gualaca, ya que sobre el terreno de esta protuberancia morfológica están esparcidos casi medio centenar de rocas con representaciones gráficas de diversos tamaños y formas.
El cerro Galerita, con una altitud de 525 metros sobre el nivel del mar, se encuentra dos kilómetros al oeste del río Gualaca y desde su cúspide se contemplan panorámicas espectaculares de las tierras bajas del sur y las montañas del norte.
El terreno donde se emplazan las masas pétreas marcadas por los amerindios que poblaban esta región gualaqueña son propiedad de Héctor Oscar Vega y Alexi Candanedo.
Las rocas sobre las cuales reposan estos glifos poseen formas y dimensiones variadas. La más voluminosas alcanzan seis metros de circunferencia y 1.80 metros de alto. Las espirales son los diseños más frecuentes en estas masas líticas.

Algunos investigadores se han percatado de la semejanza que existe entre diferentes estilos de petroglifos encontrados en todos los continentes. Sin embargo, resulta complicado explicar estilos semejantes ya que todos los humanos se habrían inspirado en lo que les rodeaba. Puede deberse a una mera casualidad, o bien a los procesos migratorios realizados por los distintos grupos humanos a partir de un<a localización común, o bien a un origen similar para todos ellos.
El arqueólogo británico Ronald Morris (1902-1992) al catalogar el arte rupestre de Escocia, llegó a contabilizar hasta ciento cuatro teorías diferentes en el complejo pétreo de Cerro Galerita estarán también sujetas a múltiples explicaciones que  podrían penetrar en el terreno astronómico, religioso, geográfico, lingüístico y hasta psicológico.

En el distrito de Gualaca Existen muchas Iglesias entre las cuales podemos mencionar:
– Iglesia Adventista del Septimo Día ubicada en la parte norte de la comunidad de Gualaca cabecera Calle que conduce hacia el balnearo Los Cangilones.
– Iglesia Jesucristo es el Camino ubicada en la comunidad de Gualaca Cabecera, calle centrica vajando por el palacio Municipal.
– Iglesia Templo Cordero de Dios ubicada en la parte Oeste en la comunidad de Gualaca Cabecera cerca a la dsitribuidora de gasolina via Changuinola.
– Iglesia Ministerio de Restauración de Alcanze Internacional ubicada en la comunidad de Rincón en el corregimiento Cabecera. via changuinola.
– Iglesia Fe Como El Grano de Mostasa ubicada en la parte oeste de la comunidad de Gualaca Cabecera. cerca al matadero municipal.
– Iglesia catolica de la comunidad de Los Ángeles en el Corregimiento de Los Ángeles.
– Iglesia Nuestra Señora de Los Angeles ubicada frente al Parque Municipal Alberto Ortega en el centro de Gualaca.

LA IGLESIA NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES

En la mayor parte de las sociedades la religión beneficia a la gente, pues las creencias definen la manera como se conciben los poderes del universo, su rango e intensidad, y el modo particular que tiene de influir en la vida humana. En otras palabras, la religión, como todos los demás aspectos de la vida, es un elemento activo de la cultura.
Los gualaqueños tienen un acendrado apego a sus tradiciones religiosas. Desde que los colonizadores españoles penetraron por estas tierras, el empuje del catolicismo se hizo sentir sobre las costumbres supraterrenales de los aborígenes que, poco a poco, fueron adaptándose a las nuevas formas europeas de concebir la relación entre hombre y divinidad.
El doctor Mario Molina Castillo, citando una carta de fray Pedro Samacois, fecha en Dolega el 15 de octubre de 1766, señala que <<en 1767, fray Juan Rubio logró fundar el pueblo de Nuestra Señora de los Ángeles de Gualaca, reducción de indios chalibas>> y, desde entonces este pueblo de indios, junto con Dolega y San Pablo, se consideraron parte de la jurisdicción de David hasta el siglo XIX, pues a medida que evolucionaron se transformaron en parroquias y distritos.
A partir de 1802, se le otorgó a cada pueblo quinientas reses con el objeto de crear haciendas ganaderas y agrícolas a las cuales se le conocieron como El Común. Los beneficios derivados de estos aportes servirían, no solo para la manutención indígena, sino también para cubrir los gastos de las fiestas del patrono y otras funciones religiosas; a partir de los excedentes, realizar compras de ganado para contribuir con la conservación de los naturales, el socorro de los indios inválidos, viudas pobres, reparaciones de la misma iglesia y proporcionar medios o estipendio al fiscal indio que cuida de la enseñanza de la doctrina.

Esto se cumplió, según manuscrito que reposa en los Archivos de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, hasta 1823, cuando el gobernador de la provincia de Veraguas, Pedro Guillén, dispuso arrendar haciendas para que con sus productos se estableciesen escuelas primarias en estos pueblos. En aquella época la hacienda de Gualaca tenía más de 740 cabezas de ambos ganados (vacuno y caballar). Para 1862 el último arrendatario de las haciendas de Gualaca era el señor Manuel A. Alvarado.
En 1879, el templo consistía en una estructura con tres portadas, cubiertas de tejas, con paredes de bajareque (cañazas en posición horizontal), todo en mal estado. En su altar de madera, pintado de azul, estaban las imágenes de la Virgen, patrona del pueblo y a los lados, San José, San Antonio, La Virgen del Rosario, Jesús Nazareno y San Isidro. En el centro, una custodia de plata.

Existía una gran cantidad de artículos complementarios de la imaginería religiosa: crucifijos, candelabros, floreros, coronas de plata y rosarios.
Ya durante la época republicana, el 4 de enero de 1913, visitó la comunidad de Gualaca Monseñor Guillermo Rojas y Arrieta, quien encuentra iglesia y casa cural en mal estado. El pueblo le solicita un cura permanente pues el párroco de Dolega está imposibilitado de frecuentar el caserío por las crecidas del río Chiriquí que enfrenta a su paso.
Rojas y Arrieta considera que Gualaca cuenta en ese momento con una población suficiente para sostener un ministro y promete enviarles uno con la única condición de que reparen el templo y la casa cural.
Este prelado visitó Gualaca en tres oportunidades. La última vez, el 1 de febrero de 1923, encontró la parroquia regentada por los agustinos quienes logran consolidar el templo, construido con esfuerzos comunitarios.
Narran los pobladores más antiguos que los habitantes de principios de siglo no estaban conformes con la antigua iglesia de madera y pencas, ubicada en la sección este del actual Parque Alberto Ortega, por ello construyeron una segunda estructura de adobe y tierra.
Finalmente, entre 1915-1928, se edifico la iglesia actual, de piedra, madera y teja, obra iniciada por el sacerdote Pablo Broquet en terrenos frente a la Plaza, donados por una señora Franceschi, de origen español, el señor Rodolfo Guerra. La madera se trajo de Bajo Hondo y Bajo Negro, materia prima que fue trabajada por Santos González, Bernardino Gómez, Modesto Montenegro y Santiago Herrera. Las tejas fueron elaboradas en las fábricas de Asunción Vega y Sergio Hernández.
Cuenta la tradición que para la construcción se conformó una <<junta de fábrica>> que extrajo piedras del sector de los Charcos, en Los Cangilones del río Estí. Se hacía una larga cadena humana: se pasaban las rocas de mano en mano; las mujeres portaban grandes bateas y los hombres gruesos sacos cargados de arena para la mezcla esencial.
De 1964 a 1974 el padre Jesús María Plá inició una campaña para reformar el templo, la cual fue consolidada con el padre José Martínez (1976), quien trató de preservar el aspecto antiguo de la estructura, sobre todo el material rocoso de la fachada.
La leyenda relata que los indígenas encontraron la imagen de la patrona de Gualaca: la Virgen de los Ángeles, en el sitio conocido como Las Huacas, actual corregimiento de Los Ángeles y luego fue trasladada a la iglesia de Gualaca centro.
El 2 de agosto de cada año, los gualaqueños celebran a su Patrona con festividades religiosas y paganas, herencia de la fusión cultural española e indígena (con muy reducida contribución de la etnia negra) que modeló la personalidad de este y todos los pueblos istmeños.

MUSEO REGIONAL DE GUALACA

El Museo Regional de Gualaca El 15 de marzo de 2007 se inauguró el Museo Regional de Gualaca, construido por la empresa de generación eléctrica AES Panamá y el Municipio de Gualaca. El edificio se levantó a un costado de esta última institución, muy cerca del parque Alberto Ortega y el Cuerpo de Bomberos.
Este centro educativo exhibe ciento cincuenta y un piezas arqueológicas, entre cerámicas y material lítico: hachas, ollas, vasijas, urnas funerarias, metates, sonajas, escudillas, piedras de moler, chimeneas, trípodes, manos de metates y cinceles.
Casi todo el material fue extraído del sitio arqueológico de Barrigón, ubicado entre los 197 y los 215 metros sobre el nivel del mar. El trabajo de excavación fue realizado de 2000 a 2003 por el arqueólogo mexicano Álvaro Brizuela con la colaboración de los especialistas Tomas Mendizábal y Gloría Biffano, quienes también efectuaron exploraciones en el yacimiento de La Esperanza y en áreas cercanas a petroglifos.
El yacimiento arqueológico de Cerro Barrigón, ahora bajo el agua de lago artificial de la hidroeléctrica Estí, al este de la comunidad de la esperanza, corregimiento cabecera, fue un lugar de enterramiento de la época precolombina. Se localiza en la parte superior de una pequeña plataforma natural, entre las quebradas buenos aires y Barrigón. Por ser un lugar relativamente extenso y con una gran cantidad de sepulturas fue denominado Necrópolis.
En este sitio se llegaron a observar, aproximadamente, noventa rasgos geométricos conformados por cantos rodados que denotaban la presencia de tumbas distribuidas en tres sectores.
La observación inicial de la fisonomía del lugar permitido determinar una tipología de las tumbas presentes  en el yacimiento: circulares, cuadrangulares y planas. Que formaban montículos bajos y con dimensiones entre 1 y 6.5 metros de ancho.
Los materiales rescatados en Barrigón corresponden a la tradición Bugaba (Panamá) o aguas buenas (Costa Rica). La muestra obtenida en una pieza, con restos de carbono. Proporciono la datación obtenida en una pieza, con restos de carbono, proporciono la datación de 435 a 630 años después de Cristo. Los objetos pertenecen en su mayoría al uso cotidiano y otros era de uso suntuario.
Dentro de las piezas recuperadas había varias rotas de manera intencional, procedimiento que tiene un significado místico ya que algunas sociedades prehispánicas consideraban que los objetos también tienen espíritu y alma y en el momento de morir sus dueños se debían depositar junto al cadáver en forma fragmentada, ya que con ellos e mataba o liberaba dicho ente y así acompañaba al espíritu del difunto.
El museo Regional de Gualaca tiene un horario de atención de ocho a doce medio día y de una a cuatro de la tarde, de lunes a viernes. Recibe giras especiales cuando se coordinan con la Alcaldía, la cual administra esta entidad.
Además de las piezas arqueológicas se encuentran extractos de la prehistoria y la historia del distrito, tomados de las obras más importantes que tratan el origen de este pueblo.